Hemos reflexionado juntos ( qué hermosos espejos) para alinear nuestros objetivos con los verdaderos propósitos internos. También hemos  sacudido nuestros personajes y tomado energía del aquí y ahora  en nuestros cuerpos, depositarios también de la memoria original, para serenarnos y prepararnos de la mejor manera hacia este viaje .

Comprometidos con lo que prestamos energía y atención, hemos de ser conscientes de ello para poder ejercer nuestra libertad o hacer las paces con aquello con lo que ya estoy vinculado. De nuestra percepción de lo que sucede, depende el que podamos distinguir ( las veces que sean necesarias) cuales son los propósitos y objetivos falsos de los verdaderos antes de comprometernos con nosotros mismos o con los demás, por ello, reconociendo honestamente lo que sentimos ( y sin miedo a equivocarnos), nos dirigimos hacia el Portal de la Pureza en pos de encontrar la serenidad y la claridad necesarias para percibir así, lo que nos interesa de lo que no nos interesa. El objetivo de este Portal es para ponernos al servicio de nuestra semilla (plantada por la vida en nuestro interior) y que se manifieste de forma natural, siendo también capaces de alimentar su crecimiento creando las mejores condiciones para ello y reconociendo que lo esencial de la vida se da por sí mismo.

Con mucho agradecimiento y observando lo que se va reposando en mi interior después de este hermosos y aprovechado encuentro, os dejo con este texto hallado en el Camarote de un viejo Navío, que resume a la perfección el propósito e intención de esta Escuela de Navegación Interior: